La obra teatral “Verde Musgoso y el municipio de Kalendoscopía” sigue la historia de Milu y Arturo Postino. Los Postino son los últimos carteros y custodios de una carta que tiene fecha, hora y lugar para ser entregada, para esta fecha deberán pasar 70 años y debe ser entregada por el último de los Postino. Durante este tiempo, los Espejulares, dispositivos egoístas de comunicación, dividen a los seres, desviándolos de su propósito esencial.
Cuando llega el momento de la entrega, Arturo debe llevar la carta a la plaza de Kalendoscopia, donde se encuentra con Milu, una niña curiosa que busca escapar de la influencia de los Espejulares.Juntos, abren la carta y descubren que deben restaurar la comunicación entre los seres, guiados por Verde Musgoso, protector de las emociones del planeta. Este anciano les encomienda buscar a otros consejeros: Germinio, de los Germinadores, les da semillas para replantar los árboles; Plácido, el consejero unicornio, provee agua milenaria para estas semillas; Amalai, el hada de la tierra, les da tierra compostada para el crecimiento de las semillas; y Elmer, guardián de los ecos, es liberado de los espejulares por Milu y Arturo para que los ecos de amor vuelvan a recorrer Kalendoscopía.
Al final, los personajes entregan a los espectadores una carta escrita por generaciones anteriores, pidiendo a la audiencia actual que escriba una carta para los futuros espectadores. La narrativa destaca la importancia de la conexión, la comunicación y el cuidado mutuo, mientras invita a los espectadores a ser parte activa de la historia, transmitiendo mensajes a través del tiempo.